jueves, 15 de abril de 2010
Esquema 2. El tiempo…
martes, 9 de marzo de 2010
Cara y cruz
sábado, 27 de febrero de 2010
domingo, 14 de febrero de 2010
Invictus (1.875)
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Tiempo y Pena
Sin contemplación alcanza, uno tras otro, los minúsculos hitos negros de su camino circular.
Va amontonando sin compasión, una tras otra, vueltas a su eterno trabajo.
Todo es igual, todas se parecen, pero imperceptiblemente algo va cambiando.
Miras al espejo, y no reconoces al que ante ti aparece.
Los hitos negros del tiempo han cambiado de lugar, ahora están sobre ti, pequeños, pero que con una inexorable llamada, tienden sus brazos.
Vuelves a mirar, se han unido unos a otros, las imperceptibles líneas son ahora surcos, surcos de tiempo.
Sientes pena de ti...
Han pasado treinta años.
martes, 12 de enero de 2010
Leemos para saber que no estamos solos...

Es una de las frases que te zarandean con fuerza en Tierras de Penumbra.
Hay más, esa de… el dolor del mañana, es parte de la felicidad de ahora. Ese es el trato... Pero reconozco que cuando me puse a reflexionar sobre esta última me fuí enredando cada vez más, así que cautelosamente me retiré a pensamientos más asequibles.
Aunque ya había visto en alguna ocasión esta pelicula, el ambiente invernal, tarde de frio y nieve, hacía más fácil centrarse en la trama.
El Hopkins, como casi siempre, insuperable. Y la Debra, muy correcta tambien, pero sobre todo hay una escena memorable, aquella en la que Jack (Hopkins) y Douglas, el hijo de Helen (Winger) hablan en el desván sobre la muerte de ella. La emotividad va incrementandose en ambos personajes, con una pequeña lágrima que va surgiendo y que acaba en un desconsolado llanto.
Es una película que hay que ver sin interrupciones, que nada perturbe oir los dialogos, ni distraer de las ideas que las diferentes escenas van desgranando. El profesor en un dialogo directo y exclusivo con su alumno, el miedo que produce en la pareja ante un futuro que se sabe trágico, el niño que dentro de un mundo de adultos quiere disimular los sentimientos como ellos, el cómo las circunstancias de la vida hacen temblar ideas que se consideraban inamovibles…y así , tantas y tantas como vamos asistiendo en el desarrollo de la trama.
Es esta una de esas peliculas que una vez vistas, te incitan a saber más de su contexto. Basada en la vida real de Clive S. Lewis, al que ya conocía por sus Crónicas de Narnia, plasmó su dolor por la pérdida de su esposa Joy o Helen, ya que usaba ambos nombres, en una obra , Pena en observación, que sirvió de base para el guión de la pelicula.