jueves, 31 de diciembre de 2009

Fin de año...Blue Moon y Año Nuevo.



Se acaba el año 2009. Como todos los anteriores lo recordaremos con mayor o menor alegría dependiendo de como nos haya ido. El 2009 se despide con una anécdota curiosa llamada Blue Moon. Luna azul. Seguro que habrás leido o escuchado algo por ahí. Y se llama así cuando en el mismo mes se produce dos veces una luna llena.

Si ese fenómeno es relativamente frecuente, no lo es tanto que coincida con la despedida de año. La ultima vez que ocurrió fue en 1.990, y no volverá a repetirse hasta el 2.028.

Es un tema que ha inspirado bastante en el mundo de la música, ya sabeis que la Luna ha sido un tema muy usado en canciones desde los Pink Floid, Rolling Stones, Police, hasta nuestros Mecano o Estopa.

Pero me sigo quedando con Audrey Hepburn y su "Moon River", aunque la versión de Frank Sinatra es tambien magnifica.

Hoy, y volviendo a nuestra Luna Azul del dia, os dejo ese vídeo de Diana Shaw...

Como del 2.010 tendremos tiempo de hablar de él...

¡¡¡ Que tengais una buena despedida de año ¡¡¡

sábado, 5 de diciembre de 2009

¿... Y no te da ná...?

Allí estaba él, sentado en una silla de anea con cojín y junto a una mesa camilla que hacía de escritorio. La tenía llena de papeles de nóminas y de recibos por pagar, una gran maquina calculadora y unos cuantos boligrafos desperdigados. Estaba sentado, pero quién dominaba la situación era él. Él era quien tenía mi solicitud en sus manos, y él era quien preguntaba.

- ¿Y no te da ná?

Y allí estaba yo, de pie. Casi avergonzado por atreverme a presentar aquel papel que me podía dar una posibilidad de trabajo. Con ventiún años, y recién llegado de un exilio involuntario, no podía perder el tiempo. La norma era que despues de volver, había que trabajar. Y eso buscaba, trabajo.
Unas semanas antes, una llamada telefónica me había avisado de esa posibilidad. Así que allí estaba yo. El preguntaba y yo contestaba. No había agresividad por su parte, sino incredulidad. Durante años habíamos sido compañeros de instituto y de universidad, y no daba crédito a mi pretensión.

- ¿ Para que tanto estudiar? ¿ Para pedir esto?

Hoy, cuando falta poco para que se cumplan treinta años de aquello, tambien tengo mi sillón, mi mesa, más grande que aquella, mi ordenador y mis bolígrafos.

Hoy, mientras firmaba aquel papel, mientras oía el sonido de la cámara, mientras hablaban de mí, fugazmente pasó por mi cabeza aquella escena...

...¿ Y no te da ná?

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Mijas, la del temprano cierre

Aún están, con pocos cambios, aquellas curvas cerradas de una carretera estrecha, a la que defendían con precariedad unos pretiles de piedra. Desde la ventana del camión, miraba con aprensión los profundos barrancos que nos acompañaban. No recuerdo, o quizás nunca llegué a saber los motivos de aquellos viajes atravesando la sierra.

Recuerdo, eso sí, aunque con la neblina que el tiempo va dejando caer sobre lo que pasó hace mucho tiempo, las prisas, el agitar de brazos acompañado del bullerío, (no busques esta palabra que la Real Academia aún no la tiene aceptada) por conseguir que el camión estuviera listo para hacer el camino de vuelta. Y de nuevo, las curvas cerradas y los barrancos que me asustaban...

Han pasado muchos, pero que muchos años. Ahora soy yo quien conduce, ya no es aquel destartalado camión que en cada bache crujía, y al que, a veces, se le abría la puerta en alguno de aquellos zarandeos. Contínuan las curvas y los barrancos, pero los baches casi han desaparecido.

Sigue ese color blanco que recordaba en las casas, pero ya es otro bullir el que se oye. Oigo muchas frases en idiomas que desconozco, grupos de personas con ropas que me dicen que no son de aquí. Muchos carteles de bares, hoteles y tiendas de recuerdos. Pero sobre todo, hay algo que me ha desconcertado. Cuando la tarde se va, llega el silencio. El cierre de locales, se acompasa a la caida del sol. Y esa vivaracha Mijas de mis recuerdos, comienza a languidecer. Volveré en una época en la que el sol esté mas tiempo sobre nuestras cabezas. Es noviembre ahora.

Quiero volver a oir ese bullanguero sonido de sus calles...

lunes, 12 de octubre de 2009

¿ Dónde estará mi botella...?




Hace años, pero no demasiados, cuando esto de escribir en la red comenzaba a despuntar, lancé al rio Blog una botella. Recuerdo su vivo color verde, su estilizado cuello bordelés inclinándose hacia un lado y otro entre las ondulaciones del agua.
Mi botella no tenía mensaje en su interior. No lo necesitaba. El mensaje era ella misma en sus permanentes dudas en la ruta a seguir.

Comenzó lentamente a desplazarse sobre aquella superficie ondulada. Al principio, renqueante y tropezando contra la orilla, pero, poco a poco, fue ganando experiencia con la corriente y , a veces, hasta se permitía incluso el lujo de gritarle a la ribera con un rápido destello de su pulida superficie. Quizás ese exceso de confianza la hizo naufragar.

Ahora, cuando la casualidad me hizo recordar que una vez lancé una botella al agua, me he puesto a buscarla. Muchas botellas he encontrado en ese mar donde el rio Blog desemboca, pero entre ellas, no estaba la mía.

Quizás repose en el fondo de algún remanso que, de tranquilo, no supo salvar. O, tal vez, terminó su singladura en pedazos, y rota, contra una roca altiva que no le perdonó su desfachatez.

Aún recuerdo algunas de sus peripecias. Me las mandaba casi siempre por los medios más extraños, así que intentaré rememorarlas mientras veo pasar las nubes frente a mi ventana.