lunes, 24 de noviembre de 2008

...mi gato

Este lluvia es muy incomóda, dura ya muchos dias, y el tejado se vuelve muy resbaladizo.
Cuando llega después de un periodo de sequía, viene bién porque se caza más facil.
Los gorriones desconcertados, ante las primeras gotas que les impiden quedarse en los arboles, se meten en cualquier sitio, y yo que lo sé, me parapeto junto a los aleros para observar en los huecos donde se meten.
Ahora, despues de tantos dias de lluvia, se vuelven más cautelosos, y se refugian en sitios muy dificiles de llegar.
Aún me duele el golpe que me dí contra el tejado de la iglesia el dia que se me ocurrió cazarlos en el campanario.
Si después de un rato de espera, no consigo algún incauto, me daré una vuelta por los patios, quizás huela algún despojo en las bolsas de basura, o mejor aún, si un golpe de suerte hace que alguien haya dejado abierta la ventana de la cocina...